Si usted ha leído las entradas previas, es posible que se esté preguntando qué es un láser de femtosegundo y qué utilidades tiene en la oftalmología, pues se ha mencionado en no pocas ocasiones.
Se trata de un láser fotodisruptivo, y su nombre proviene de la duración de sus pulsos de energia (10-15 s). Esa energía liberada transforma el tejido en una burbuja de fotodisrupción, generando iones y plasma. Si se realizan múltiples impactos, muy próximos unos a otros, equidistantes, se logra generar un plano de burbujas que permitirá separar el tejido con instrumentos romos, como si se tratase de un velcro.
¿Y de qué tejidos estamos hablando?¿Qué ventajas ofrece?
Con cierta frecuencia surge la siguiente pregunta en la consulta: “Doctor, ¿la catarata se opera con láser?” Y esto es correcto, pero solo en parte. Pueden hacerse algunos pasos de la intervención con láser de femtosegundo. En concreto, pueden crearse las incisiones corneales, la capsulorrexis (la abertura en el saco capsular que contiene la catarata) y fragmentar el núcleo de la catarata, pero no puede prescindirse, a día de hoy, del terminal de ultrasonidos para deshacer y aspirar la catarata. En su ausencia, se hacen las incisiones con cuchilletes de acero o diamante, la capsulorrexis se realiza de forma manual con una pinza y la fragmentación de la catarata con el propio terminal de ultrasonidos o con instrumentos de ayuda (choppers). En la práctica, son muy pocos los casos en que usar esta tecnología suponga un beneficio real, no habiendo diferencias significativas entre los resultados obtenidos con esta técnica y las manos de un cirujano experto. Además, el sobrecoste actual del láser de femtosegundo no justifica, en nuestra humilde opinión, basada en la evidencia científica, su implementación en la práctica de forma rutinaria.
Entonces, ¿por qué tanto interés en el láser de femtosegundo?
En la cirugía corneal si que supone un gran cambio el disponer de este tipo de tecnología. Para la corrección de la miopía con láser excimer, la técnica más popular por sus resultados y rapidez de recuperación es el LASIK. En esta técnica se talla una lámina de córnea con un microqueratomo (una cuchilla), se levanta esa lámina de tejido corneal y se aplica el láser excimer bajo ella, reposicionando la lámina (o flap) de nuevo en su posición. Hoy sabemos que es de gran interés conocer con precisión el grosor del flap para saber qué porcentaje de córnea estamos alterando. Los microqueratomos realizan un tallado menos preciso, con un margen de error mayor, y el pase del microqueratomos no puede pararse.
Frente a esto, el láser de femtosegundo crea un plano de burbujas, a la profundidad deseada, con mayor precisión que un queratomo. Posteriormente, con un instrumento romo, se separa el flap como si de un velcro se tratase. Igualmente, ante cualquier incidencia, puede abortarse el procedimiento y las burbujas se reabsorberán, no habiendo cortes en la córnea. El LASIK convencional es un procedimiento seguro y eficaz, avalado por millones de intervenciones en todo el mundo, pero entendemos que ante una cirugía electiva disponer de la última tecnología y el plus de seguridad que aporta es un argumento de peso para incorporar su uso a nuestra práctica habitual.
Además, en pacientes con queratocono u otro tipo de ectasias corneales susceptibles de ser tratadas con anillos o segmentos intracorneales, permite el tallado de los túneles corneales donde se emplazará el anillo con precisión micrométrica.
Por último, en un futuro próximo veremos su estandarización para queratoplastias lamelares, es decir, para realizar transplantes de córnea de grosor parcial.