¿Qué es?
Los adenovirus son un grupo de virus (49 serotipos subdivididos en 6 subgrupos) que pueden causar un amplio espectro de afectaciones, incluyendo infecciones respiratorias, oculares, diarrea en niños, etc. Al ser virus encapsulados, son muy resistentes, de forma que se pueden contagiar por contacto directo con personas infectadas o incluso tan solo con tocar superficies donde se haya depositado el virus (una mesa, el pomo de una puerta…).
¿Qué puede producir?
En los ojos, la mayoría de adenovirus causan alguno de los 3 síndromes clásicos:
- Conjuntivitis folicular
- Fiebre faringoconjuntival
- Queratoconjuntivitis epidémica
En las primeras fases de la infección, son indistinguibles, y pueden afectar ambos ojos a la vez, uno solo, o comenzar por uno y extenderse al otro. La conjuntivitis folicular es la forma más leve de las 3 clásicas, habitualmente autolimitada, de forma que muchas veces el paciente no llega a consultar por ello. La fiebre faringoconjuntival, como su nombre indica, se acompaña de fiebre, dolor de cabeza, faringitis y conjuntivitis, siendo muy frecuente la presencia de la adenopatía (ganglio inflamado) preauricular.
La queratoconjuntivitis epidémica es la forma más agresiva, suele ser bilateral y comienza entre 7 y 10 días tras el contacto (y el paciente puede ser contagioso durante los 10 a 14 días siguientes al inicio de los síntomas). Suele presentar reacción folicular en la conjuntiva, con petequias y en ocasiones hemorragias. La queratitis punteada epitelial es frecuente, muy molesta y en ocasiones dolorosa, pudiendo aparecer erosiones epiteliales grandes. La adenopatía preaucircular puede ser prominente, y entre la primera y segunda semana pueden presentarse infiltrados subepiteliales, debido a la reaccion inmune provocada por el virus, causando fotofobia y mala visión que pueden persistir durante semanas.
¿Qué hacer?
Extremar la higiene, no compartir toallas, lavarse las manos con frecuencia…como decimos, el virus es muy resistente en las superficies, por lo que es altamente contagioso.
Es conveniente, en caso de comenzar con síntomas de conjuntivitis, consultar con su oftalmólogo y no comenzar tratamientos sin una valoración previa, ya que en ocasiones la queratitis herpética puede comenzar con una clínica similar, y el tratamiento y pronostico es diferente. Además, ante las eventuales complicaciones derivadas de la propia enfermedad (infiltrados subepiteliales, cicatrices conjuntivales…) su oftalmólogo propondrá el tratamiento más adecuado.
Bibliografía:
American Academy of Ophthalmology. Basic and Clinical Science Course. Section 8: External Disesase and Cornea. 20014-1015.