Epífora / Lagrimeo
Este molesto síntoma puede ser causado por múltiples factores. Buena parte de ellos pueden tratarse, de forma médica o quirúrgica, para mejorar estos síntomas:
- Blefaritis: es la inflamación del borde palpebral. Puede ser de varios tipos, afectando al margen anterior (estafilocócica, seborreica…) o posterior (disfunción de las glándulas de Meibomio…), e incluso presentarse varias etiologías a la vez. Por su íntima relación con la superficie ocular, puede ser la causa de síntomas como picor, sequedad ocular, lagrimeo, fotofobia…o mala calidad visual por su interferencia con la producción y función de la película lagrimal. Su tratamiento es principalmente médico.
- Queratoconjuntivitis Sicca / Ojo seco: es una compleja enfermedad multifactorial, con múltiples factores de riesgo susceptibles de causarla o empeorarla, algunos de ellos modificables, de forma que los síntomas mejoran al controlarlos. Entre otros síntomas, como picor o disconfort, paradójicamente puede ser causante de lagrimeo. Su tratamiento es principalmente médico, según el subtipo, desde lagrimas artificiales hasta plasma enriquecido en factores de crecimiento.
- Conjuntivocalasia: el tejido conectivo que recubre el globo ocular, la conjuntiva, en ocasiones se vuelve fina y redundante, montando sobre el reborde palpebral e impidiendo la circulación normal de la lagrima hacia su drenaje en el punto lagrimal. De este modo, los pacientes suelen describir la sensación de “tener el ojo lleno de agua” y de irritación con el parpadeo. Mediante cirugía, puede retirarse ese exceso de conjuntiva para mejorar el lagrimeo.
- Malposición / Oclusión del punto lagrimal: el drenaje fisiológico de la lagrima tiene lugar en los puntos lagrimales, situados en ambos párpados en el borde y próximos a la nariz. El 80% del drenaje depende habitualmente del punto lagrimal inferior de forma que, cuando este no se encuentra bien posicionado para recoger la lagrima o se ha obstruido, la lagrima cae por la cara del paciente. Quirúrgicamente, es posible corregir la posición del párpado o abrir el punto lagrimal para facilitar el drenaje lagrimal. El paso del tiempo hace que el tejido conectivo del cuerpo humano pierda consistencia y elasticidad. El parpado inferior no es ajeno a estos cambios. Típicamente, aumenta la laxitud de los tendones cantales, los que dan tensión y firmeza al párpado, y con frecuencia esto es la causa de la malposición del párpado, y con él la del punto lagrimal inferior, con respecto a la superficie ocular. Esto puede provocar síntomas como lagrimeo, picor, ojo rojo e incluso ulceras corneales. Puede deberse a la exposición del ojo cuando el párpado se posiciona hacia fuera (ECTROPION) o al roce de las pestañas con el globo cuando se gira hacia dentro (ENTROPION). Quirúrgicamente, mediante la reinserción del tendón cantal lateral y los retractores del párpado inferior, puede devolverse la tensión y posición al borde palpebral.
Entropion: antes y después de la cirugía correctora - Obstrucción de vías lagrimales: con relativa frecuencia ocurre en bebés. Suelen presentar obstrucciones a nivel de los canalículos, en la parte más alta de la vía lagrimal, que puede dar lugar a conjuntivitis frecuentes por el acumulo de microorganismos. Inicialmente se puede manejar el cuadro con antibióticos para la infección y masajes para tratar de repermeabilizar la vía lagrimal. Cuando las medidas más conservadoras no son eficaces, se puede realizar un sondaje de la vía lagrimal para resolver la obstrucción. En pacientes adultos, es más habitual encontrar obstrucciones más bajas en la vía lagrimal, que causan dacriocistitis (infecciones del saco lagrimal) y lagrimeo. En estos casos, la solución pasa por abrir una nueva vía, quirúrgicamente, que comunique la vía lagrimal con la fosa nasal de forma directa, mediante la cirugía clásica de dacriocistorrinostomía externa o mediante la moderna técnica transcanalicular con láser.
Esto es un punto lagrimal abierto y otro ocluido